Esta receta mi abuela la bordaba. Ahora, sigo disfrutándola cuando la hace mi madre. Yo, intento copiarla lo más fielmente. Espero que te guste.
Ingredientes para 5 personas:
1/2 kg de carne picada (puede ser de ternera o mezclada con cerdo)
2 huevos
2 cucharadas de pan rallado o miga de pan
2 dientes de ajo
harina para formar las bolitas
2 cucharadas de leche
1 cucharada de aceite virgen extra
sal
perejil
pimienta.
Para el acompañamiento de las albóndigas una patata grande.
media cebolla
1 hoja de laurel
1diente de ajo
1 cucharada de harina
75cc. de vino blanco
perejil
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Elaboración de las albóndigas
En un recipiente amplio y hondo tipo ensaladera ponemos la carne picada y echamos encima los dos huevos, las dos cucharadas de pan rallado, las dos cucharadas de leche, una de aceite virgen, sal y pimienta y removemos, mezclando todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
En un mortero ponemos dos dientes de ajo pelados, una pizca de sal, una rama de perejil y machamos. Incorporamos a la masa anterior. Removemos y dejamos una hora en reposo.
A continuación, cubrimos la base de una tabla con harina y nos disponemos a hacer las bolitas.
Tomamos pequeñas cantidades de la carne condimentada y las boleamos ligeramente, depositándolas sobre la harina. Las retiramos a un plato y repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta terminar con la carne.
En una sartén con un dedo de aceite, calentamos y freímos las albóndigas durante un par de minutos. Sólo queremos que se doren por fuera, así que las retiramos enseguida y las pasamos a una cazuela amplia. Reservamos hasta que tengamos lista la salsa.
Elaboración de las patatas como acompañamiento
Colamos el aceite anterior y limpiamos la sartén. Tomamos una patata grande y la partimos en trocitos cuadrados. Se echan en el aceite caliente hasta que estén ligeramente fritas. Cuando estén listas las sacamos, salamos y las echamos encima de las albóndigas.
Para la salsa:
Elaboración de las albóndigasEn un recipiente amplio y hondo tipo ensaladera ponemos la carne picada y echamos encima los dos huevos, las dos cucharadas de pan rallado, las dos cucharadas de leche, una de aceite virgen, sal y pimienta y removemos, mezclando todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea.
En un mortero ponemos dos dientes de ajo pelados, una pizca de sal, una rama de perejil y machamos. Incorporamos a la masa anterior. Removemos y dejamos una hora en reposo.
A continuación, cubrimos la base de una tabla con harina y nos disponemos a hacer las bolitas.Tomamos pequeñas cantidades de la carne condimentada y las boleamos ligeramente, depositándolas sobre la harina. Las retiramos a un plato y repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta terminar con la carne.
En una sartén con un dedo de aceite, calentamos y freímos las albóndigas durante un par de minutos. Sólo queremos que se doren por fuera, así que las retiramos enseguida y las pasamos a una cazuela amplia. Reservamos hasta que tengamos lista la salsa.
Elaboración de las patatas como acompañamiento
Colamos el aceite anterior y limpiamos la sartén. Tomamos una patata grande y la partimos en trocitos cuadrados. Se echan en el aceite caliente hasta que estén ligeramente fritas. Cuando estén listas las sacamos, salamos y las echamos encima de las albóndigas.
Elaboración de la Salsa
En un mortero machamos un ajo, una rama de perejil y una pizca de sal. Añadimos el vino blanco.
Retiramos un poco del aceite anterior, dejando la cantidad suficiente para pochar la media cebolla
a fuego suave durante unos 10 minutos. Transcurrido este tiempo, agregamos una cucharada de harina para espesar la salsa, removemos y, cuando comience a tomar color, incorporamos el contenido del mortero, la hoja de laurel y rectificamos la sal.
Dejamos que la salsa espese y se cueza durante unos minutos antes de regar con ella las albóndigas con las patatas, que tenemos en la otra cazuela. Echamos agua sin llegar a cubrir el contenido.
Colocamos la cazuela a fuego suave, con la tapadera puesta, durante 20 minutos antes de servir. Durante este tiempo estaremos pendientes para que el guiso no se pegue al fondo, moviendo de vez en cuando la cazuela.
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